Tecnicas de Fabricación de orfebrería por Santiago José Morón Hernández
By Santiago José Morón Hernández
Obtenido el metal, se prepara en
bruto fundiéndolo en un crisol a 1.063 °C
para eliminar impurezas, posteriormente
se vierte en un recipiente y se deja fundir.
Martillado y batido
Separado el metal del recipiente, se
realiza el batido o
‘martillado’, para el batido se necesita interponer un material flexible
(cuero, tela, etc.) entre el metal y la herramienta para obtener láminas finas
y evitar huellas o roturas. El martillado supone golpear directamente el metal
para darle forma de lámina, lingote. Al martillar o
batir las piezas, estas cambian de dureza y ductilidad debido a las transformaciones
sufridas en su microestructura,
por lo que se hace necesario el recocido uno o varias veces para evitar que se
quiebre la lámina.
Cortado y acabado
El cortado se realiza a través del
simple doblado, marcando la línea de corte con una incisión. El acabado
generalmente se practica por la cara externa o visible de la pieza y consiste
en una limpieza o pulido por fricción o abrasión, valiéndose por ejemplo de
arena.
Almas de bronce u
otro metal, chapados y dorados
El dorado con panes de oro ya era una técnica empleadas
por los egipcios en el
III milenio a.C. El tratamiento de superficie más espectacular
es el conocido como «mise en couleur», que consiste en eliminar la capa
superficial de cobre haciendo aflorar el oro, empleando una solución ácida del
jugo de ciertas plantas y el calor, este procedimiento era adecuando cuando el
contenido de oro era alto. Si las piezas eran de baja ley se utilizaba una
solución corrosiva de origen mineral, hablándose entonces de «refinación
artificial», que permitía jugar con diferencias acusadas de color.
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